Y el PP tuvo que renunciar al poder en el Congreso
Rajoy trata de vender un pacto a tres con PSOE y Ciudadanos, pero cedió por falta de apoyos para conservar la Presidencia
Mariano Rajoy lleva unos días tratando de vender la renuncia del PP a la Presidencia del Congreso como si fuera producto de un pacto a tres con el PSOE y Ciudadanos, pero lo cierto es que retiró su candidatura porque no tenía posibilidades de ganar. La aritmética parlamentaria no le favorece, tiene 122 escaños —el lobista Gómez de la Serna ha pedido la baja en el PP— que si no logra sumar otros apoyos no le dan para nada, ni para la Presidencia de la Cámara ni para la Presidencia del Gobierno. Esa es la razón por la que Rajoy está tan interesado en fijar la imagen de un pacto a tres que le gustaría llevar a la formación del gobierno.
La falta de mayoría en la Mesa obligará al gobierno a rendir cuentas ante la Cámara
Ocurre, sin embargo, que el PSOE tiene otros planes. No solo descarta apoyar que el PP siga en el poder, sino que pretende sustituirlo pactando con Ciudadanos y Podemos, aunque este grupo no ha participado en el acuerdo de la Mesa del Congreso. De ahí que para los socialistas la elección de Patxi López tenga más trascendencia que la de la propia Presidencia del Congreso, que ya es mucha, porque quien la ocupa es la tercera autoridad del Estado —después del rey y del presidente del gobierno— y su labor en un Parlamento tan fragmentado como el actual será fundamental para repartir el juego político y aproximar posiciones para pactos legislativos. La visualización del acuerdo con Ciudadanos es importante para los socialistas porque transmite la idea de que pueden alcanzar pactos que le facilitarían el acceso al gobierno.
La fragmentación del Parlamento tiene aspectos positivos como que el futuro gobierno estará más obligado a rendir cuentas ante las Cortes. Ningún partido tiene mayoría en la nueva Mesa del Congreso, lo que dificultará que se veten comparecencias, interpelaciones y preguntas a los miembros del ejecutivo. “Hace mucho que no vemos preguntas incómodas. Pero ahora la Mesa va a dejar de ser un dique de contención y el Parlamento va a poder ejercer una auténtica labor de oposición”, valoran para AHORA fuentes parlamentarias, informa Carlos Larroy.
En la legislatura pasada el PP vetó interpelaciones por el caso Bárcenas
Cabe recordar que en la pasada legislatura el PP hizo uso de su mayoría en la Mesa para vetar interpelaciones a ministros cuando estalló, por ejemplo, el caso Bárcenas y la Mesa protegió al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pese a las peticiones del resto de los grupos parlamentarios.
La Mesa del Congreso está compuesta por un presidente, cuatro vicepresidentes y cuatro secretarios, que se eligen proporcionalmente al número de diputados cuando se constituye la Cámara. Las decisiones se toman por mayoría simple y el presidente solo tiene voto de calidad en el caso de que haya empate, circunstancia que solo se produce cuando alguno de los miembros de la Mesa no está presente. En la legislatura que comienza, el PP pierde la mayoría y se queda con tres diputados en la Mesa, mientras que el PSOE, Podemos y Ciudadanos tienen dos cada uno. Las mayorías de veto se lograrían como consecuencia de otros pactos.