21/11/2024
Política

Todo por las urnas: fichajes estelares y renovación de candidatos

El PP es el único partido que ha renunciado a cambiar a su cabeza de lista y que ha apostado por el continuismo electoral

AHORA / Jacobo Pedraza - 20/11/2015 - Número 10
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Todo por las urnas: fichajes estelares y renovación de candidatos
Irene Lozano, exdiputada de UPyD que concurre en la listade Madrid del PSOE. Fernando Alvarado / EFE
La capacidad de decisión de los parlamentarios suele ser escasa. En raras ocasiones un diputado vota en un sentido distinto al de su grupo parlamentario y más raro todavía es que ese voto díscolo no sea fruto de una equivocación. El sometimiento a la disciplina de voto suele estar relacionado con el hecho de que a veces prima más la lealtad al líder y al aparato del partido que la valía personal y profesional a la hora de medrar en política y de ser incluido en las listas. Se supone, además, que las expectativas electorales dependen más del carisma del líder de cada partido que del atractivo del resto de sus candidatos. No obstante, la conformación de las candidaturas para las elecciones generales suele ser un asunto capital para las formaciones políticas.
 
Ante los comicios del 20-D, que se preven decisivos, hay partidos que han hecho amplias renovaciones, fichajes estelares, coaliciones inesperadas o han recibido apoyos de asociaciones o de personas muy arraigadas en un territorio, nada de lo cual parece que vaya a presuponer un vuelco electoral, pero puede transmitir imágenes de cambio o moderación, según los casos, que atraigan o tranquilicen a sectores de su electorado.

“Lo normal es que la tasa de mortalidad de los diputados entre una legislatura y la siguiente sea de más o menos el 50%”, dice Pablo Simón, doctor en Ciencias Políticas y especialista en procesos electorales del colectivo Politikon. Se prevé que esa tasa se incremente entre la X Legislatura que acaba y la que viene, si se atiende a las encuestas que dan un buen número de escaños a dos

El PSOE renueva a más del 60% de sus diputados y ha fichado a Irene Lozano y a la excomandante Cantera

partidos que aún no tienen representación en el Congreso, Ciudadanos y Podemos, y si se tiene en cuenta que el PSOE ha acometido una profunda renovación (superior al 60%) en sus listas. Simón destaca que recomposiciones tan profundas de las bancadas parlamentarias pueden tener un efecto negativo, ya que, por ejemplo, se pierde experiencia en la redacción legislativa “lo cual nos lleva a tener leyes de peor calidad”. Por no hablar de que se va a perder la ironía de Joan Coscubiela, los cabreos de Cayo Lara, las tablas de Diego López Garrido, la alegría de Beatriz Rodríguez-Salmones o la oratoria de Emilio Olabarría.

El PP representa la excepción a la que parece ser la regla del cambio. Es el único partido que repite el candidato de 2011, Mariano Rajoy. PSOE, IU-Unidad Popular y UPyD han renovado su cabeza de lista y Ciudadanos y Podemos es la primera vez que se presentan a las elecciones generales. El PP es también el que menos cambios ha efectuado en sus listas electorales. “Al ser el partido del Gobierno el reemplazo se limita”, explica Simón, que destaca que el PP parte en primera posición en las encuestas y tiene en la idea de la estabilidad una de sus bazas electorales.
“Rajoy no necesita hacer nada —resume el catedrático en Ciencia Política Fernando Vallespín—, se lo están haciendo todo. En el momento en el que estamos, con Cataluña en el centro de la actualidad y temas de alta política como los atentados de París, los partidos con experiencia generan más confianza, y se desplazan a un segundo plano temas como la corrupción o la transparencia.”

Si las listas del PP mantienen a muchos diputados y las del PSOE los sustituyen es porque en ambos casos funciona un criterio dominante: la fidelidad al candidato. “Prima el principio de lealtad, no es nada nuevo. Tratan de hacer un grupo parlamentario lo más cohesionado y cercano al líder posible”, confirma Simón, que subraya la importancia de la lealtad de los diputados de PP y PSOE al cabeza de lista: “Si el resultado les es adverso, tanto Rajoy como Sánchez se enfrentarán a una crisis de liderazgo en el partido y, en ese caso, tener gente cercana en la bancada puede ser importante”. Para sofocar con éxito o sobrellevar con dignidad esas eventuales crisis.

Rajoy ha colocado a un puñado de personas de su confianza en posiciones de salida: todos los ministros tienen el escaño prácticamente asegurado, además de Jorge Moragas (jefe de gabinete de Rajoy), Álvaro Nadal (director de la oficina económica de la Moncloa) o los vicesecretarios del PP Pablo Casado y Fernando Martínez-Maíllo, además de María Dolores de Cospedal. Los perjudicados son los veteranos cercanos a Aznar, como Gabriel Elorriaga o Carlos Aragonés, y en parte también el poder territorial, que ha tenido que aceptar cuneros venidos del Ejecutivo o de la dirección del partido.

Lo que aportan los fichajes

Los condicionantes del PSOE son similares, pero hay que contar con el peso que tienen ciertas federaciones en el aparato socialista, especialmente la andaluza, y también con la inclusión de dos fichajes sonados, la excomandante Zaida Cantera y la exdiputada de UPyD Irene Lozano. “No se entiende demasiado ese movimiento porque generó problemas internos sin demasiado sentido”, valora Fernando Vallespín. Para Pablo Simón también se corrió un riesgo difícil de entender: “Los ciudadanos valoran la democracia interna y la inclusión de independientes, pero también valoran de manera muy negativa las fracturas. Los fichajes eran un riesgo y han sumado poco, si es que han sumado algo.” Simón repara en el hecho de que alguien tan pródigo en debates de radio y televisión como Lozano llevaba un tiempo desaparecida, una táctica extraña para un fichaje, se supone, de relumbrón. Vallespín se muestra convencido de que la exdiputada de UpyD estará en primera línea: “Es popular y un valor importante en cuestiones de derechos, transparencia o lucha contra la corrupción. No me cabe duda de que la veremos haciendo campaña”.

Moderados para Podemos

Los socialistas no han sido los únicos en hacer fichajes. “Lo de Podemos está claro. Necesitaba dar la imagen de ser algo más que un partido montado a partir de un pequeño grupo de profesores, parece que tenía necesidad de tener gente de peso”, comenta Vallespín. En un intento de aportar garantías de buena gestión y seriedad, Pablo Iglesias ha incorporado a sus

Podemos lleva al general Rodríguez y a varios jueces para que se vea que tiene gente de peso, según Vallespín

candidaturas a varios miembros de la carrera judicial: Victoria Rosell (exportavoz de Jueces para la Democracia) y Juan Pedro Yllanes (que iba a presidir el tribunal que juzgará el caso Nóos). A última hora del lunes se conocía que los catedráticos de Derecho Constitucional Javier Pérez Royo y de Derecho Penal José Manuel Gómez Benítez rechazaban finalmente formar parte de las listas de Podemos, negativas que se unían a la del juez José Castro, instructor de Nóos, que si bien —en una declaración sorprendente para muchos— se declaraba simpatizante del partido, lamentaba no poder estar en las listas al haberse comprometido a extender su desempeño profesional más allá de la edad de jubilación.

“La caída de fichajes penaliza a Podemos, da sensación de improvisación y poca credibilidad. Además, no veo que sean fichajes de gran calado. Sí lo hubiesen sido figuras más conocidas como Baltasar Garzón o el juez Castro”, evalúa Simón, que cree que estas incorporaciones no tendrán una traducción notable en votos: “Para que la suma de individuos a las listas tenga repercusión tendrían que ser personas más conocidas, simbólicas o que signifiquen, como en el caso de Carme Forcadell en Junts pel Sí, el apoyo de una asociación o colectivo con capacidad de movilización”. Este podría ser el caso de la alianza con los ecologistas de Equo, cuyos coportavoces, Juantxo López de Uralde y Rosa Martínez, serán respectivamente número uno por Álava y dos por Vizcaya en las listas de Podemos, aunque Simón no calcula que su presencia, casi restringida a Euskadi, implique una suma relevante de votos. Lo mismo ocurre con el último anuncio de la formación morada: María José Jiménez, presidenta de Gitanas Feministas por la Diversidad, será cabeza de lista por Salamanca. “También depende de cómo se utilicen estas incorporaciones en la campaña, muy importante en unas elecciones volátiles y porosas”, opina Simón.

El general Rodríguez

Pero hay una incorporación que merece una mención especial: la del general y ex Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad) Julio Rodríguez como número dos de Podemos por Zaragoza. “No es casual que vaya por Zaragoza, un distrito electoral de tamaño medio (elige siete diputados), el tipo de circunscripción donde Podemos debe meter recursos”, sostiene el fundador de Politikon. Rodríguez aporta experiencia a la formación y una cierta vocación patriótica “que otros no necesitan reivindicar”, en opinión de Fernando Vallespín.
 
Simón coincide con esta opinión, que contradice la teoría de que la presencia de Rodríguez en Podemos es un gol al PSOE: “Que un militar de tanta consideración vaya por listas de un partido tradicional no se le ocurre a nadie. Podemos es un partido nuevo y todo se le aplica como novedad, pero el mismo movimiento en PP o PSOE se consideraría una regresión de 30 años”. Pablo Iglesias ha manifestado que Rodríguez sería su ministro de Defensa en caso de ser elegido presidente, lo que rompería con la práctica establecida desde la Transición de que el ministro sea civil. Federico Trillo llegó a comandante como miembro del Cuerpo Jurídico de la Armada, pero el último militar en ejercicio que fue ministro de Defensa fue el general Manuel Gutiérrez Mellado.

“Ciudadanos va a utilizar el tirón de una marca y un líder en pleno efecto luna de miel”, dice Pablo Simón


Las alianzas preelectorales son otro modo de captar el mayor voto posible para obtener escaños que pueden escaparse por la fragmentación. Los pactos más interesantes son los de la izquierda en Galicia, Cataluña y Comunidad Valenciana. Para Simón y Vallespín, en Galicia se da el acuerdo de mayor éxito posible: En Marea, que integra a la coalición Anova liderada por el histórico Xosé Manuel Beiras, Podemos y Esquerda Unida (IU). En Cataluña se repite la alianza que se presentó a las autonómicas, aunque ahora cuenta con el importante apoyo de Ada Colau y su Barcelona en Comú. La CUP, anticapitalista como una parte de Podemos, no se presenta a las generales, pero Vallespín descarta que ello vaya a implicar un trasvase de votos: “Si Podemos piensa que el votante de CUP les va a votar, se equivocan. Votarán a Esquerra o se quedarán en casa.”

Izquierda Unida se sintió despreciada en la Comunidad Valenciana e irá por libre bajo las siglas de Unidad Popular, frente a Podemos y Compromís que sí terminaron entendiéndose para combinar sus candidaturas. El rechazo de Alberto Garzón a la marca de IU en favor de una nueva tiene una explicación clara: “Quieren dar la impresión de integrar a la izquierda, algo que fue muy bien en las elecciones locales. Tratan de trasladar esa lógica como mecanismo de defensa frente a Podemos”, intuye Fernando Vallespín. Una operación arriesgada para Pablo Simón, que cree que Garzón renuncia a ir como IU porque es una marca en declive, pero una marca que para determinados votantes supone “un atajo cognitivo para identificar su voto al ver la papeleta con el nombre”. Ambos prevén que el voto estratégico de la izquierda se concentre en Podemos, dejando a Unidad Popular un espacio probablemente inferior al que hoy tiene Izquierda Unida en el Congreso.

El tirón de la marca

De todas las tácticas de elaboración de listas enunciadas, Ciudadanos ha decidido no seguir ninguna. No pactan, no hacen fichajes de relumbrón (aunque tienen caras: Juan Carlos Girauta, Toni Cantó, Marta Rivera de la Cruz...) y tienen candidatos poco reconocibles en muchas provincias. Vallespín cree que la elaboración de unas listas nacionales desborda la estructura del partido de Albert Rivera, que irá “a tratar de darse a conocer en circunscripciones en las que pueda tener opciones”.
 
El hecho de haber tenido que cambiar a cuatro cabezas de lista, dos de ellos por falsear su currículum, no penaliza, ya que como analiza Simón “es recibido como una señal de que se toman en serio a sus candidatos, de su honestidad”. Su estrategia está clara: “Van a aprovechar el tirón de una marca y un líder en pleno efecto luna de miel”, considera. Y es que aunque las listas cuenten, lo que al final se va a votar es un candidato y un partido.