23/11/2024
Política

Rajoy se escaquea

El presidente y candidato del PP se escuda en la cercanía de las elecciones para ocultar si está dispuesto o no a ayudar militarmente a Francia para combatir el terrorismo yihadista

AHORA / Rosa Paz - 04/12/2015 - Número 12
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Rajoy se escaquea
Rajoy atiende a la prensa tras la reunión de la UE con Turquía el domingo pasado. Horst Wagner / EFE
Rajoy no solo se escaquea de los debates electorales. Su recién estrenado espíritu dialogante le está sirviendo también al presidente del Gobierno y candidato del PP a las elecciones del 20-D, para escamotear a los ciudadanos una información de tanto interés como es si estaría dispuesto a ayudar a Francia a combatir militarmente a Estado Islámico (EI) en Siria o en el Sahel. “Las decisiones que se tomen sobre ese asunto no van a ser precipitadas. Tienen que ser bien pensadas, en un plan conjunto, llevadas al Parlamento y antes habladas con los partidos políticos”, aseguró el domingo en Bruselas, tras cruzar un frío saludo con el presidente francés, François Hollande.

El consenso, que Rajoy no ha buscado en toda la legislatura para los asuntos importantes, le sirve ahora de excusa para no explicar qué hará si sigue gobernando en un asunto crucial como es la petición francesa de ayuda en la lucha contra el terrorismo yihadista y si participará o no en  la coalición que se está formando en torno a Francia tras los atentados del 13 de noviembre en París.

Tampoco los socios europeos parecen tener más información que los electores españoles, lo que no deja en buen lugar a España y a un Gobierno que antepone sus intereses electorales a los generales y que se refiere a la Unión Europea como a algo externo y no como a la unión de la que España forma parte desde hace 30 años. Así lo comentan algunos diplomáticos y expertos en relaciones internacionales, que ven además esa posición como un problema de futuro ya que el riesgo de sufrir un ataque de EI es compartido.

Consultores políticos, a favor

Los consultores electorales, sin embargo, entienden que Rajoy oculte sus intenciones. “Seguro que el Gobierno francés ya sabe lo que tiene pensado hacer Rajoy si continúa en la Moncloa y entiende que no lo diga en público o no se haya comprometido a mandar tropas a Mali en plena campaña electoral. Si yo fuera su asesor, desde luego le recomendaría que no lo dijera”, explica

El “no a la guerra”, que hundió al PP ante las elecciones de 2004, resuena en la memoria de sus dirigentes

uno de esos consultores. La frialdad con que le ha tratado Hollande en sus últimos encuentros, en la Cumbre del Clima de París, por ejemplo, parece apuntar en sentido contrario.

El problema no es solo de relaciones exteriores, la cuestión radica en si es honrado con los votantes esconderles esa información. Porque el resto de los partidos se están pronunciado, con más o menos contundencia. Lo están haciendo incluso en los debates electorales a los que el candidato del PP no acude, como el del lunes pasado, organizado por el diario El País. El presidente del Gobierno justifica su ausencia en que él solo tiene que debatir con el líder de la oposición y no con los de los partidos emergentes, que aún no tienen representación en el Congreso de los Diputados, pero es posible que piense también que le resultaría más difícil esquivar esta cuestión del apoyo a la acción militar francesa en un debate a cuatro que a dos.

“Tú y tu maldita guerra”

Rajoy prefiere no manifestarse sobre qué haría en la lucha contra EI porque aún resuena en la memoria de los dirigentes del PP el “no a la guerra” con que una parte de la sociedad reaccionó a la participación española en la invasión de Irak, que acabó siendo una de las causas de la derrota en las elecciones de 2004. Cuentan que Rajoy —que fue ya en esa convocatoria candidato del PP— le espetó al presidente José María Aznar al conocer los resultados: “Tú y tu maldita guerra”.
 
Así que ahora, sabiendo que la sensibilidad mayoritaria podría no ser favorable a una intervención militar, en el PP no quieren hablar de nada que suene a guerra durante la campaña electoral. Por el contrario, Rajoy trata de sortear la cuestión sin tensionar a la sociedad y tratando de evitar el recuerdo y el rechazo, aunque se arriesga a que si sigue en el poder después del 20-D y aporta algún tipo de colaboración militar a Francia o a la coalición internacional que se está formando, la sensación de engaño y la irritación ciudadana sea grande. Una manera complicada de arrancar una legislatura. Y hay muchos analistas que creen que si Rajoy no se pronuncia es porque tiene tomada la decisión y que será la de ayudar a la operación militar francesa, bien en el Sahel, bien con apoyo logístico, o bien colaborando en los bombardeos en Siria.

Debates ausentes

La actitud renuente de Rajoy ha hecho que no se esté produciendo ningún debate serio en España sobre qué habría que hacer para combatir el terrorismo yihadista y para evitar que EI se siga reforzando y ocupando territorios en Siria e Irak. No se habla de apoyo militar —el único candidato que lo defiende abiertamente es el líder de Ciudadanos, Albert Rivera—, pero tampoco de si hay que ayudar a los musulmanes moderados a combatir a los yihadistas ni de cómo hacerlo, ni de  cortar las vías de financiación y la venta de armas a los yihadistas —lo menciona Iglesias—, ni tan siquiera de algo que España sí sabe por su experiencia en la lucha antiterrorista como es la coordinación de las policías y los servicios de inteligencia de los distintos países.

“No es serio que un Gobierno como el español, que ha necesitado de la ayuda internacional, en particular la de Francia, se escude ahora en la proximidad de las elecciones para no clarificar cuál va a ser su respuesta a las peticiones de Hollande”, asegura un veterano socialista, que explica además que “nosotros no estamos a salvo de un atentado y de necesitar en cualquier momento la ayuda francesa como ha ocurrido en otras ocasiones”.

Tampoco se sostiene otro de los argumentos que esgrime el candidato del PP para no pronunciarse, el de que un apoyo como el que pide Francia tiene que ser aprobado por el Congreso de los Diputados, lo que es cierto. Pero la Diputación Permanente del Congreso es el órgano que vela por los poderes de la Cámara y sustituye en sus funciones al Pleno del Congreso cuando este no está en periodo de sesiones o está disuelto por la convocatoria de elecciones. Así que en caso de necesidad o urgencia esa decisión podría ser avalada por la Diputación Permanente si así lo reclamara el Gobierno. Pero podría entenderse que el PP y el resto de  los partidos quisieran posponer la decisión a la constitución de las Cortes, como tarde el 14 de enero, lo que no implica que callen sobre sus intenciones.

Del mismo modo que Rajoy está consiguiendo ocultar sus intenciones en cuanto a la lucha contra el yihadismo, también logra que la cuestión de los refugiados esté totalmente ausente del debate electoral, pese a que hay cientos de miles de ellos tratando de entrar en la Unión Europea por su frontera oriental. Sobre esa cuestión el Gobierno se pronunció al principio, con una posición más temerosa que solidaria, pero ahora calla. Y el resto de las formaciones políticas también. 

Qué hacer con la UE

Porque tampoco parece estar en las agendas electorales —sí está en los programas— explicar qué quieren hacer con esos problemas ni cómo abordar el futuro de la UE. Ha quedado tocada y dividida con la crisis económica y la imposición de medidas de austeridad a los países del sur y ahora no está sabiendo qué hacer para aplicar las políticas de refugio y asilo que se aprobaron a finales de los años 40 y principio de los 50 del siglo pasado, para atender precisamente a los refugiados europeos de la Segunda Guerra Mundial.