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PSOE malo, PSOE bueno
El consejo ciudadano de Podemos, su principal órgano de dirección, se reunió el pasado domingo para hablar de la situación política general y en particular, la del partido tras los comicios del 20 de diciembre. Pablo Iglesias centró parte de su intervención en los socialistas y en la posibilidad de llegar a acuerdos con ellos: “Parece que hay una parte del Partido Socialista, la señora (Susana) Díaz o el señor (Emiliano) García Page, que comparte hoja de ruta con el Partido Popular, con Ciudadanos y con el bloque inmovilista. A nosotros eso nos parece una pena y tendemos la mano a esos sectores del PSOE queentienden que hay que cambiar, que fue un error la reforma laboral de 2010, la reforma del artículo 135 de la Constitución, posicionarse a favor de las políticas de austeridad europeas y que piensan que la unidad de España se gana por vías democráticas y no desde la imposición. Hay dos partidos socialistas: uno está con el PP y otro quiere avanzar”. La parte que según Iglesias quiere avanzar es la que representa Pedro Sánchez, a quien el líder de Podemos considera amordazado y que ya manifestó su intención de buscar un gobierno de izquierdas.Iglesias cree que el sector de Sánchez es proclive a un pacto de izquierdas pero ahora carece de autonomía
Sin líneas rojas
El secretario general de Podemos dejó claro ante la prensa y ante su partido que la formación morada “no tiene líneas rojas”: “El PSOE es quien está estableciendo líneas rojas que revelan una cierta incomprensión no ya de España sino de sí mismos”. Una declaración que pone la pelota en el tejado de Ferraz, pero que no despeja la duda de si Podemos estaría dispuesto a matizar sus planteamientos en esta y otras posiciones que consideran “prioridades imprescindibles”.copago farmacéutico y dotar de recursos a las personas en situación de dependencia. Su hoja de ruta más inmediata se completa con la búsqueda de acuerdos para la derogación de la Ley de Seguridad Ciudadana, la LOMCE y las reformas laborales de 2010 y 2012. En todas esas medidas, salvo en la supresión de la primera reforma laboral, Podemos tiene fácil encontrarse con el PSOE y con el resto de fuerzas situadas a la izquierda en el espectro político parlamentario. “Tender la mano” empieza por ahí, y además implicaría capacidad para marcar la agenda.El partido morado niega que haya puesto líneas rojas, si bien insiste en la consulta que el PSOE no acepta
La consulta como condición
En cualquier caso el referéndum para Cataluña sigue siendo una condición para llegar a un pacto de investidura, y la negativa de los socialistas a tratar sobre ese tema le da también munición a Podemos en caso de que se repitan las elecciones en mayo. De ahí que Iglesias no concrete si esa consulta sería necesariamente vinculante, con quién más la acordaría o qué pregunta o preguntas se plantearía debatir. No le hace falta si hay un rechazo tajante en el PSOE a hablar sobre esa cuestión, porque en ese caso cualquier definición podría hacerle perder votos en las previsibles elecciones catalanas y en las generales.