21/11/2024
Entrevista

«Nuestra historia es reafirmarnos en lo que los demás no creen»

Entrevista a Isabel Cea, cantante y bajista de Triángulo de amor bizarro

AHORA / Jacobo Pedraza - 16/09/2016 - Número 51
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«Nuestra historia es reafirmarnos en lo que los demás no creen»
tab. rocafort
Isabel Cea (Bueu, Pontevedra, 1978) se ha pasado buena parte de 2016 viviendo entre dos mundos muy distintos. Uno, el de los fines de semana, durante los cuales se ha recorrido más de una docena de festivales nacionales de música para ponerse con su bajo y su voz al frente de Triángulo de Amor Bizarro, una de las bandas punteras del rock español, todavía de gira de presentación de su último LP, Salve Discordia (Mushroom Pillow, 2016). Y el otro, de lunes a jueves, en Abanqueiro, parroquia del municipio pesquero de Boiro, en la Ría de Arousa, donde el grupo encuentra refugio e inspiración.

¿Cómo está recibiendo el público vuestro nuevo disco?
Realmente muy bien, sobre todo en los festivales. Son canciones que es muy fácil que funcionen en un espacio más abierto, con equipos grandes que te dan margen para ampliar las canciones y el disco funciona. Hacemos mucho ruido y la gente se lo está pasando muy bien.

 “La música es curiosidad. Cuando todo se vuelve muy institucional y lo llevan los que creen que lo saben todo se pierde la idea principal de los festivales”

Es la primera vez que repetís formación con respecto al disco anterior. ¿Está ayudando eso en el directo?
Estamos a gusto y tranquilos, tenemos más confianza. He empezado a cantar más porque me cuesta menos en los ensayos. Soy muy insegura y ahora que somos cuatro amigos puedo pintar la mona mejor. Cuando empezamos como banda no sabíamos cómo funcionar. Todo era prueba y error y ver cómo aguantábamos. Y al acabar los veranos tomábamos decisiones. Creo que si te dedicas al 100% a esto tienes que verlo en serio. Como dice Jorge Ilegal, a los rockeros nos llaman duros porque hay que ser muy duro para estar en este mundo. Pierdes cualquier referencia con el mundo en cuanto a horarios, y todo es tan loco que tienes que estar muy centrado para que te vaya bien. Lo primero es el rock and roll y eso hay que llevarlo con rigidez. Ahora somos cuatro personas muy compatibles entre nosotros y sabemos a lo que nos dedicamos. Con Zippo (teclados y guitarra, la última incorporación) hemos cuajado muy bien y se nota mucho en directo.
 
Rodrigo (voz y guitarras) es quien escribe las letras. ¿Te sientes identificada con las que cantas?
Mucho. Tenía que encontrar cosas que me pudiera creer y así ha sido en este disco. Las letras las he hecho mías. Nadie en el mundo me conoce como Rodrigo y sus letras las entiendo y es como si saliesen de mí porque las escribe para que las cante yo, son muy distintas a las que canta él. Están pensadas para mi forma de ser y ya al leerlas veo que son de mi rollo. 
 
El disco es una especie de relato que gira en torno a una desinformación casi mística y al mundo marinero.
Son dos puntos que se mezclan y fue premeditado. El disco narra una historia, tiene un sentido global. Me dedico a cantar un tipo de canción que es como la fotografía del momento puntual y Rodrigo  hace la narrativa general, la historia grande. Hablamos de cosas que nos pasan, la inspiración está ahí dentro. Nuestras familias vienen de pueblos de ría, eran marineros, y ahí encontramos energía. Mezclamos eso con el exceso de información, el momento de cambio de hora constante en el que vivimos. El misterio que tiene la sobreinformación, la red, también lo tiene el mar. Mi abuelo se cruzaba el océano desde una aldea diminuta y se encontraba un millón de cosas que desordenaban su cabeza. Hemos buceado mucho ahí.
 
Esos temas y vuestro sonido hacen que seáis complicados de clasificar. ¿Encontráis grupos parecidos en vuestro ámbito?
Para nosotros es muy difícil saber si somos distintos o no. Empezamos porque nos parecía divertido hacer lo nuestro en vez de hacer versiones. Nunca nos ha gustado acomodarnos como grupo. Intentamos no aburrirnos y no quedarnos en el rollo de lo que se lleva ahora. Somos gente intensa y nuestra música es intensa. Cualquier género nos puede motivar y por eso es muy difícil que nos digan a qué nos parecemos. Salvo algunas referencias nacionales como Surfin’ Bichos, Astrud y Joaquín Pascual en las letras. Con Joaquín es con quien tenemos más cercanía, hablamos y consultamos. Es un artista mayúsculo.

 “El misterio que tiene la sobreinformación, la red, también lo tiene el mar. Hemos buceado mucho ahí”

¿Tenéis algún criterio a la hora de ir a tocar a un festival? Por el tipo de festival, su programación, su organización...
Vivimos en un mundo muy jodido y preferimos pasar de movidas. Vamos a los festivales en los que nos quieren. Con lo complicado que está todo no veo productivo ponernos muy quisquillosos. Pero hay festivales buenos y malos. Es un negocio, pero hay que hacer apuestas para ofrecer opciones. Creo que para estar en la música, sea en crítica, promoción, programación o creación, hay que ser muy abierto y seguir en el meollo. Es muy importante evolucionar y escuchar lo nuevo. Si te quedas en lo que era genial hace 10 años, te descuelgas, y para programar es importante que prime la frescura. La curiosidad. La música es eso. Cuando todo se vuelve muy institucional y lo llevan los que creen que lo saben todo, se pierde la idea principal de los festivales. Sin hablar de edades, hay que mantener el interés, la curiosidad. Un festival con cinco cabezas de cartel de los 90 me parece aburrido. Pero seguro que tiene éxito.
 
Vuestra banda pasó años defendiendo su estilo hasta que fue reconocido. ¿Qué consejo le daríais en ese sentido a una banda que empieza?
Desde el principio, cuando no nos conocía nadie, nos dicen que tenemos mucha actitud, y me resonaba en la cabeza, no lo entendía. Creo que es más por tu mensaje que por los 40 minutos que dura un concierto. Que tu mensaje tenga algún sentido y lo defiendas aunque te digan que es una mierda. “Es una mierda, pero es mi mierda y a mí me mola.” Forzar el rollo es un arma de doble filo porque te acabas perdiendo. Vivimos en un pueblo, ya es raro hacer esto aquí. Nunca hemos encajado. Estando descolocados estamos muy colocados. Estamos muy cómodos en situaciones incómodas. Toda nuestra historia viene de reafirmarnos en eso en lo que los demás no creen. Esa es la clave, reafirmarse en lo que a los demás les cuesta ver. Si cuatro personas comulgan con algo tan tuyo, se hace mucho más importante. Aunque sean cuatro, es algo de verdad. No es fácil, ni impostado, ni moda. Hacer música para nosotros es así. Es filosofía de vida.