Diario de campaña (II): Una pancarta y un compromiso
Comenzábamos una jornada cargada de contenido y con una reivindicación fundamental para las personas que formamos el partido Por Un Mundo + Justo pintando la pancarta que protagonizaría el día. Tras la compra de la tela a primera hora de la mañana en Pontejos, precedida de un dubitativo proceso de selección textil más digno de los expertos en tejidos que no somos, escribimos con nuestro espray azul el que sería el lema de la jornada. Un lema encarnado en una sociedad civil harta de unas instituciones que no representan ni lejanamente la solidaridad de nuestro pueblo: Refugees Welcome.
Con nuestra pancarta nos dirigimos hasta el Congreso de los Diputados con la idea de desplegarla allí. No sólo queríamos señalar la vergüenza de un Gobierno sin la más mínima sensibilidad con los Derechos Humanos sino que queríamos que fuera un compromiso. Al igual que los Ayuntamientos del cambio han mostrado su solidaridad desplegando pancartas con este mismo lema de sus fachadas, en menos de una semana estaremos desplegando la nuestra desde dentro del Congreso. Un gesto y una apuesta inquebrantable por la fraternidad global y por los Derechos Humanos.
Tras esto estuvimos acompañando a las organizaciones y a la ciudadanía que convocaron la manifestación por las personas refugiadas. Una demostración de indignación callejera imprescindible y en la que queríamos estar acompañando, escuchando e impulsando a la vanguardia de un pueblo que se sabe acogedor sean cuales sean sus circunstancias y sus gobiernos.
Ya atardeciendo, el que sería nuestro acto central de campaña del día veía como se abarrotaba una Sala Mirador dispuesta a priorizar los derechos de las personas que se ahogan en el Mediterráneo. Emoción, poesía, música, propuestas y visiones políticas de cuatro partidos diciendo eso, que no hay sonrisa posible para nuestro país sino es dentro de un mundo más justo que también sonría con nosotras. Fue un lujo compartir tablas con personas como el eurodiputado Miguel Urbán, que se ha recorrido todos los puntos fronterizos de la Unión Europea y del que pudimos aprender y empatizar con su vivencia, el poeta Escandar Algeet, la concejala Rommy Arce o el músico Javier Maroto.
Salimos, ya con la noche cerrada, plenos de convicción y compromiso y con la sensación de que actos así son imprescindible para avanzar políticamente hacia la sociedad que buscamos.
Hoy la pancarta que nos acompañó en estos tres momentos, tras una muy corta noche, ha partido en las manos de mis compañeras Carmen, David y Jonatan rumbo a Bruselas. Allí realizará un viaje de ida y vuelta para ser desplegada ante el Parlamento Europeo, corazón de la fría injusticia, y regresar a tiempo de ganar las elecciones y cumplir su propósito tras los muros del Congreso.
Hoy lo contaré en el acto que tenemos en la Cañada Real. Será emocionante. Mañana os cuento lo que me digan.
Seguimos.