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En igualdad de condiciones
Es cierto que Podemos parecía haberse quedado rezagado en las últimas semanas, pero también lo es que hay encuestas para todos los gustos y que tanto el partido de Pablo Iglesias como Ciudadanos, el de Albert Rivera, están saboreando el éxito de ser considerados decisivos para la próxima legislatura. Los dos, aunque todavía no tienen representación en el Congreso de los Diputados, fueron convocados por el presidente del Gobierno para hablar del desafío catalán y de la amenaza yihadista. Ahora concurren a los debates en igualdad de condiciones con los líderes de los partidos tradicionales, PP y PSOE. Bueno, con el socialista Pedro Sánchez, porque Mariano Rajoy ha delegado en Soraya Sáenz de Santamaría. Lavicepresidenta comparte con él los carteles electorales en Madrid —anverso Rajoy, reverso Sáenz— y hay quien ve en ese hecho una operación sucesoria. Nadie recuerda, o algunos prefieren no hacerlo, que en la campaña de 2000 los carteles en Madrid mostraban también a José María Aznar por una cara y a Rodrigo Rato por la otra.El resultado es incierto, porque los cuatro llegan casi empatados y se desconoce si los sondeos son fiables
Modificar la opinión pública
Las últimas encuestas han logrado cambiar las impresiones ciudadanas. Si hace un par de meses se había extendido en algunos sectores la impresión de que el PP y Ciudadanos no sumarían mayoría absoluta y que se abría la posibilidad de un gobierno encabezado por Sánchez, porque tiene más posibilidades de alcanzar pactos con distintos partidos, ahora la impresión generalizada es la de que la formación de Rivera apoyará a los populares para gobernar. Aunque él lo niegue, porque descartar pactos poselectorales está en el manual de campaña de todos los candidatos. Algunos sondeos sitúan incluso a Ciudadanos en segunda posición, por delante del PSOE.Predicciones difíciles
No obstante, los expertos demoscópicos insisten en la dificultad de hacer la ponderación de los datos que se obtienen del muestreo, porque el elemento fundamental para llegar a un vaticinio más o menos acertado es el recuerdo de voto. En esta ocasión hay dos partidos nuevos que no concurrieron en 2011, así que esa variable esencial no existe. “No sé cómo están haciendo la ponderación de voto las distintas empresas, pero sí se aprecia que en las encuestas encargadas por medios de la derecha el PP aparece mejor valorado y en los otros peor”, afirma un analista electoral.resultados, basa el PSOE su queja contra las últimas predicciones del CIS, que le colocan en segundo lugar, a ocho puntos del PP, y con Ciudadanos pisándole los talones con menos de dos puntos de diferencia. Los socialistas aducen que el dato de voto directo más simpatía les coloca en primera posición con el 18,9% de los votos, seguidos del PP con el 18,6% y, ya a más distancia, de Podemos con el 13,8% y de Ciudadanos con el 13,6%.El PSOE se aferra a que es el primero en voto más simpatía en el CIS, a cinco puntos de los partidos emergentes
Pactos poselectorales
Ese resultado obligaría además al PP pactar con otras fuerzas para seguir en el poder. Y la única formación con la que podría hacerlo parece ser Ciudadanos, que podría exigir un cambio de candidato a la Presidencia del Gobierno. Incluso si no llegara a tanto es evidente que no sería un acuerdo fácil, solo hay que recordar las condiciones que el partido de Rivera puso para la investidura de Susana Díaz en Andalucía y la de Cristina Cifuentes en la Comunidad de Madrid. Si además no se forjara un gobierno de coalición, el ejecutivo del PP tendría que desplegar capacidades de pacto, desconocidas hasta ahora, para no quedar a merced de las mayorías parlamentarias alternativas que se pudieran conformar y que podrían forzar al gobierno del PP a adoptar políticas que no comparte.