De capos y bandas. Ve detrás de la miseria
Marlon James realiza un esfuerzo titánico en esta novela polifónica que investiga las raíces de la violencia en Jamaica
Jamás se detuvo a ningún culpable por el suceso que casi acaba con la vida de Marley, pero han circulado muchas teorías. El cantante era una figura incómoda para el JLP, que lo consideraba aliado de los socialistas y, por ende, también lo era para Estados Unidos. En plena guerra fría y tras
haber desestabilizado diversos países latinoamericanos para frenar el avance del comunismo, se rumorea que la CIA estuvo en Jamaica armando y entrenando a la oposición del PNP. Para impedir el ascenso de un gobierno afín a Castro, se habría beneficiado de los enfrentamientos entre guetos que existen desde la retirada de los británicos. Las zonas urbanas más pobres de Kingston están dirigidas por capos que los principales líderes políticos financian a cambio de votos. El resultado es una guerra abierta entre bandas, centenares de cadáveres, vínculos con el narcotráfico y ramificaciones que, en los 80, se propagaron por las principales ciudades de Estados Unidos.Las zonas urbanas más pobres de Kingston están dirigidas por capos financiados por los políticos
Una novela coral
Tomando como punto de partida el intento de asesinato de Marley, Breve historia de siete asesinatos explora en toda su complejidad esta particular historia de violencia que ha marcado el pasado reciente de Jamaica. Es una novela coral absoluta, compuesta por monólogos interiores de trece personajes que provienen de los distintos estratos de una sociedad profundamente jerarquizada y que dan voz a niños del gueto, a capos, a políticos y agentes de la CIA, a mujeres de clase media que jamás han visto un arma pero viven con el miedo en el cuerpo, a extranjeros que quieren narrar el país y a jamaicanos que se resisten a ser narrados.
La riqueza polifónica de la novela está muy ligada a su variedad dialectal. Hay personajes que se expresan en inglés jamaicano, personajes que lo hacen en criollo, personajes que lo hacen en americano estándar y personajes que cambian de registro, porque el lenguaje es identidad, pero también es una máscara. Josey Wales, el capo protagonista, se expresa en un inglés estándar, pero cuando habla con los agentes de la CIA les regala una versión más coloreada de su dialecto, interpreta el estereotipo del tercermundista ignorante que satisface los prejuicios de los estadounidenses con el objetivo de camuflarse, para que lo infravaloren y bajen la guardia. Nina Burgess, educada en un colegio para señoritas de clase media jamaicana y, posteriormente, inmigrante en Nueva York, cierra la novela con una reivindicación de sus orígenes que se traduce en una reivindicación lingüística, en la reapropiación de un dialecto jamaicano que, primero por cuestiones de clase y más tarde por asimilación cultural, había relegado de su discurso.
La riqueza polifónica de la novela está ligada a su variedad dialectal. El lenguaje es identidad y también una máscara
El reto que esta propuesta le presenta a un traductor es altísimo, si no directamente imposible, pero la propuesta de Javier Calvo para Malpaso resulta convincente. Con ayuda de Wendy Guerra se ha decantado por transmitir el toque caribeño de las variedades jamaicanas recurriendo al español cubano y, tras una nota previa que nos sitúa en el contexto original al que se enfrenta el lector, se entra con facilidad en el juego.
Del gueto jamaicano al Bronx
En su concepción global, Breve historia de siete asesinatos recuerda a la serie de televisión The Wire. Tomando como eje temático el mundo de la droga y con una propuesta docu-realista, la serie analizaba todas las capas que entretejen el sistema, explicando los lazos que unen al adicto con el traficante, al traficante con los políticos y a los políticos con los medios de comunicación. En esta línea, Marlon James va del gueto jamaicano a las calles del Bronx, habla de la pobreza que no se puede fotografiar porque resulta “tan lúgubre e implacablemente repulsiva que la belleza inherente al mismo proceso fotográfico te miente” y enseña la violencia salvaje que surge de las cloacas, cómo se propaga y cuáles son los intereses que la perpetúan. Detrás de una adicta al crac hay un niño armado, detrás de un niño armado hay un político, detrás del político, un empresario, y detrás de todos ellos, un testimonio. Breve historia de siete asesinatos realiza el esfuerzo titánico de ponerlos por escrito, registrando sus vínculos y contradicciones, no para escribir una historia, sino para dejar, simplemente, constancia. Y es que en pleno siglo XXI dejar constancia tal vez sea el único objetivo realista al que puede aspirar la novela realista.
Marlon James
Traducción de Javier Calvo y Wendy Guerra
Malpaso,
Barcelona, 2016,
792 págs.