Señor presidente de la República de Venezuela, admiramos cómo ha vencido las dificultades para arruinar un país bendecido por recursos petrolíferos y conseguir el desabastecimiento de la población. Ninguno de sus predecesores en el palacio de Miraflores hubiera podido soñarlo. Increíble que haya hecho compatible la degradación del sistema político mediante un autoritarismo y una arbitrariedad rampantes, mientras la delincuencia común y la inseguridad registran las mayores cotas de América. Please, deje de sobreactuar, recapacite y consulte a sus politólogos complutenses de cabecera.