Señor extesorero nacional del Partido Popular, exsenador por Cantabria, exresidente del prestigioso establecimiento penitenciario de Soto del Real, con asiento reservado en el banquillo de la Audiencia Nacional: suben las probabilidades de que Mariano Rajoy siga en la Presidencia del Gobierno, y usted opta por conciliar con Génova, retirar acusaciones y buscar un apaño mitigador. Sus antiguos empleadores peperos, gente leal, se abstienen de reclamarle los cincuenta millones de euros suizos, afanados en ratos libres, que tanto le aliviarán de estas ingratitudes.