Señora presidenta del Congreso de los Diputados y de las Cortes Generales, felicitaciones por su elección en la sesión constitutiva de las Cámaras y los mejores augurios para tan relevante tarea. Accede a un puesto, el tercero en la tercera jerarquía del Estado, que habrá de ejercer con respeto al nuevo pluralismo surgido de las elecciones. Necesitará pulso para sortear presiones de toda procedencia, incluidas las del PP. Ahora se debe a todos. Roma no pagaba traidores y tampoco desplantes como los de Celia Villalobos, al fin descabalgada. Se alza el telón. Atentos.