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El presidente interviene
Pese a no tener una mayoría absoluta, la coalición conservadora confiaba en seguir gobernando. La histórica enemistad entre los socialistas, el BE y los comunistas obstaculizaba una alianza de la izquierda y los conservadores esperaban que Costa acabase prestándoles su apoyo para salvaguardar la frágil economía lusa. El jefe de Estado, el conservador Aníbal Cavaco Silva, les encargó formar un ejecutivo la semana pasada, argumentando que “en los 40 años de democracia portuguesa la responsabilidad de formar gobierno siempre se ha atribuido a quien ganó las elecciones”, y calificando a la izquierda de “inconsistente”, sin garantías de estabilidad. Mientras la izquierda organizaba sus posiciones, los conservadores intentaron llegar a un entendimiento con los socialistas para formar una gran coalición de gobierno, ofreciendo a Costa el puesto de vice primer ministro.Sin embargo, los comunistas decidieron entrar en acción. “La situación política requiere un paso al frente por el bien de los trabajadores”, explica João Oliveira, líder del Grupo Parlamentario Comunista. “La izquierda forma una mayoría en la Asamblea, y eso refleja el deseo de la mayoría de los portugueses. Por eso hemos ofrecido conciliar posiciones con los socialistas para formar una coalición o, al menos, impedir que continúen las políticas del PSD-CDS.” Tras sumarse Catarina Martins, líder del BE, la unión de la izquierda quedó consolidada y lista para aupar a António Costa, el exalcalde de Lisboa y actual líder del Partido Socialista, al puesto de primer ministro. “Hoy acaba el Gobierno de Passos Coelho”, declaró Martins al salir de su reunión con el líder de los socialistas lusos.“Estamos ante el que probablemente será el gobierno más breve de la historia democrática de Portugal”
Un gobierno de 10 días
Tras la toma de posesión del gobierno propuesto por Passos Coelho —fijada por la Presidencia de la República para este viernes 30 de octubre— el futuro del mismo se decidirá en los 10 días posteriores. En ese plazo el primer ministro tendrá que presentar su programa de gobierno ante el Parlamento. No conseguir el apoyo de la mayoría supondrá la caída inmediata del Ejecutivo. “Estamos ante el que probablemente será el gobierno más breve de la historia de Portugal”, opina Raul Vaz, director de Diário Económico y Económico TV. Cavaco no tendrá otra opción que encargarle un nuevo Gobierno a Costa, por mucho que deteste hacerlo”, afirma Vaz. No obstante, previa consulta con los líderes parlamentarios, Cavaco Silva podría optar por mantener un Gobierno en funciones hasta que se puedan convocar nuevas elecciones (no antes del mes de mayo).Las mismas fuerzas de la izquierda que facilitarían la llegada de Costa al Palacio de São Bento podrían complicar el mandato del socialista. El exregidor de Lisboa se encontrará con un país económicamente débil y se verá condicionado por las “líneas rojas” de unos socios empeñados en revertir las políticas de austeridad desarrolladas por el ejecutivo anterior.“Si las cosas salen mal, Costa será responsable de la muerte política de la izquierda portuguesa y de la suya propia”
Órdago de la izquierda
“La jugada de Costa —observa Saraiva— es tremendamente arriesgada. Si sale bien y logra esquivar los obstáculos políticos y económicos que tiene ante sí, demostrará ser un genio, convirtiendo una derrota en triunfo. Pero si las cosas salen mal —y existe una enorme probabilidad que sea así—, Antònio Costa no solo será responsable de su propia muerte política, sino de la de la izquierda portuguesa.”