Los partidos refugio
La resistencia del PP en Galicia y del PNV en Euskadi, que los sondeos auguran también para las elecciones del 25 de septiembre, muestra una realidad propia de algunas comunidades autónomas y que no se da en el conjunto de España: que los ciudadanos de esos territorios tienden a votar mayoritariamente al mismo partido. Ocurre también en Andalucía con el PSOE y en Cataluña con Convergència Democràtica de Catalunya, que ahora en coalición con ERC, y todavía sin nombre tras su refundación, sigue gobernando allí.
Claro que lo que ocurre en el conjunto de España tiene también su reflejo en esas comunidades, pero hasta ahora los partidos hegemónicos han tendido a consolidarse en las comunidades hayan ganado o perdido las elecciones generales. Incluso con la irrupción de los nuevos partidos. En particular Podemos, porque Ciudadanos no tiene casi presencia en el País Vasco y en Galicia. Pero Podemos ganó en Euskadi las elecciones generales del 26-J, por delante del PNV, aunque no parece que vaya a repetir resultado el 25-S, y En Marea tiene fuerza en Galicia, aunque el PP arrasó también en junio.
Gobiernos de coalición
El PP ha gobernado 28 de los 35 años de autonomía en Galicia y el PNV en Euskadi, todos salvo 4 del PSE
El PP ha gobernado en Galicia 28 de los 35 años de autonomía y el PNV solo vio truncado su largo periodo gubernamental en la legislatura de 2009 a 2012 en la que fue lehendakari Patxi López. Pero la diferencia principal entre la supremacía del PP en Galicia y la del PNV en Euskadi estriba en que la tradicional fragmentación de la política vasca ha forzado al partido que creó Xabino Arana a gobernar en coalición en la mayoría de las legislaturas. Doce años en coalición con el PSE, de 1986 a 1998, y después con Eusko Alkartasuna e incluso con Ezker Batua (IU). En la legislatura recién acabada, los socialistas rechazaron la oferta del lehendakari, Iñigo Urkullu, para formar un gobierno conjunto, pero el Ejecutivo se apoyó, no obstante, en un pacto con el PSE.
La fragmentación del voto vasco ha llevado al PNV a pactar con otras fuerzas y a formar ejecutivos de coalición
Esa tendencia al pacto y a los gobiernos de coalición ha sido obligada en Euskadi, pero ha sido siempre posible, a diferencia de lo que está ocurriendo ahora con el gobierno de España. Y se dará de nuevo a partir del 25-S porque los sondeos apuntan a una victoria del PNV, pero no con la mayoría suficiente para gobernar en solitario. En el País Vasco no se vaticina la posibilidad de un gobierno alternativo al de Urkullu. En Galicia, sin embargo, los populares saben que si no revalidan su mayoría absoluta perderán el poder. Allí, la suma de En Marea, el PSdeG y el BNG permitiría un tripartito que se dará, casi con seguridad, si el presidente Alberto Núñez Feijóo no convalida su actual posición.
Diferencias económicas
Pero las grandes diferencias entre el País Vasco y Galicia las marca la situación económica y social. Mientras los vascos tienen, por ejemplo, un porcentaje de paro del 12,5%, en Galicia la tasa de desempleo es del 17,7%, aunque también por debajo de la media estatal. También el porcentaje de riesgo de pobreza es menor entre los vascos —un 17,6%— que entre los gallegos —un 25,7%—. Influye seguramente el hecho de que la comunidad autonóma vasca tiene más recursos como consecuencia del Concierto Económico, pero también porque las políticas sociales y de reindustrialización han sido desde hace años un objetivo compartido por los principales partidos vascos, estuvieran en el gobierno o en la oposición. Lo más sorprendente de lo ocurrido en la economía de las dos comunidades en los últimos años se ha producido, no obstante, en la industria. Ahora, la empresa más importante es gallega, Inditex, con unos beneficios de 2.875 millones, por encima de los obtenidos por el BBVA, 2.642 millones, y por Iberdrola, 2.422 millones.