En 2012 las FARC y el Gobierno colombiano acordaban poner fin a la violencia extrema y sostenida que durante cinco décadas ha estado presente en Colombia y ha causado cinco millones de víctimas. Siguiendo una hoja de ruta similar, el ELN, la otra gran guerrilla, culminaba a finales de marzo casi dos años de conversaciones con el Ejecutivo de Juan Manuel Santos que han sentado las bases para iniciar un proceso de paz.