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1. ¿Dónde estamos? Trump controla su destino
El 31% de los delegados necesarios para la nominación se han decidido tras el supermartes. Trump tiene 285 de los 1.237 necesarios. La ventana para detenerlo se cierra el 15 de marzo, cuando se habrá elegido el 61% de ellos. Ohio y Florida, los estados de John Kasich y Marco Rubio, celebrarán sus primarias ese día. Trump aventaja a Rubio en 20 puntos en Florida y en 5 a Kasich en Ohio. Tras el 15 de marzo cambia la distribución de delegados: el ganador se los lleva todos, y esto solo ayudará a Trump a consolidar su primer puesto en la candidatura. Ted Cruz ganó en tres estados en el supermartes, convirtiéndose en el segundo claro favorito. Con 161 delegados, puede desafiar a Trump mejor que Rubio. El problema es que al establishment Cruz le gusta tan poco como Trump.2. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Trump como el anti-Obama
La mayoría de los comicios son una elección entre copias y remedios. En 2016 Hillary ha decidido convertirse en la copia de Obama. Trump se presenta como el remedio al presidente y promete invalidar su legado construyendo una gran coalición de republicanos, independientes y demócratas moderados. Y está funcionando. Obama quiso implementar una agenda transformadora que moviera el país hacia el centro-izquierda, de la misma forma que Reagan realineó EE.UU. al centro-derecha. El equipo de Obama entendió en ambas elecciones, 2008 y 2012, que atendiendo a las minorías era posible construir una mayoría inclinada hacia la izquierda. Mitt Romney, el candidato republicano en 2012, falló en combinar tanto la estrategia como la táctica de este plan. Desde entonces el establishment republicano ha decidido que la clave para imitar con éxito la sofisticada estrategia de Obama con las minorías es reclutar a candidatos minoritarios, especialmente latinos como Rubio y Ted Cruz, y diseñar una agenda dirigida a atraer el voto latino, como las opciones para la reforma migratoria. En lugar de eso, Trump ha decidido que este progresivo acercamiento solo cosecharía resultados graduales y alienaría la base del partido (el Tea Party, por ejemplo, es una manifestación de la frustración).3. ¿Cuál ha sido el mensaje? Hacer grande a América de nuevo
El millonario candidato anunció su candidatura en la Torre Trump de la Quinta Avenida de Nueva York el 16 de junio de 2015 con el lema “Make America Great Again!” (Hacer grande a América de nuevo). Descartado inmediatamente por los medios, especialmente por la conservadora Fox News, y por la gran mayoría del establishment del partido, que no lo considera lo suficientemente republicano, Trump respondió definiéndose como “un conservador con sentido común”.4. ¿Política económica? triunfo del populismo
Al principio Trump llegó como un populista en temas económicos. Hablaba con vehemecnia contra los acuerdos de comercio mal negociados y contra Wall Street. Propuso que la participación de beneficios fuera tratada fiscalmente como renta ordinaria y no como ganancia de capital. Y hasta Elizabeth Warren, la senadora demócrata que lidera las críticas contra Wall Street, alabó la propuesta.5. ¿Política exterior? Fortaleza pragmática
Trump experimentó una explosión de apoyo en la opinión pública este verano después de los ataques terroristas de París y San Bernardino. El neurocirujano jubilado Ben Carson estaba bien situado en las encuestas, pero tras los atentados Trump se posicionó como el candidato más factible para mantener Estados Unidos seguro y prevenir futuros ataques terroristas.6. ¿Estrategia de comunicación? Ganarse a los medios
El uso de Twitter para enviar su mensaje y ganarse a los círculos mediáticos ha marcado un nuevo estándar para los medios y el manejo del mensaje. A través de la simple utilización de su cuenta de Twitter, Trump ha logrado imponer su agenda, manejar a los medios y poner en marcha una efectiva operación de respuesta rápida.7. ¿Nuevas reglas? Autofinanciación y flexibilidad operativa
Trump lidera una campaña autofinanciada. Y está gastando mucho menos que el resto de los candidatos. El poder de los medios de comunicación ganados para su campaña es tan grande que pueden permitirse gastar muy pocos recursos en páginas o anuncios pagados. Ante el crucial supermartes, Trump solo comprometió 1,6 millones de dólares en 6 de los 11 estados donde votaron los republicanos. Al parecer un tercio del presupuesto lo gastó en Texas, donde intentó echar a Cruz de la carrera, aunque finalmente este último consiguió ganar en su propio estado.8. ¿Objetivo? Reconstruir la coalición Reagan
Importantes republicanos han calificado a Trump de “charlatán, demagogo y estafador”. Las encuestas mostraron que en los estados del supermartes solo el 20% de los votantes republicanos considerarían no apostar por Trump. Y de hecho ganó en 7 de los 11 estados con caucus y primarias republicanas. A pesar de ser rechazado por un significativo porcentaje del electorado republicano, sobre todo entre aquellos que creen que no es lo suficientemente conservador, Trump tiene el potencial de atraer a un tercio de los independientes y hasta un cuarto de los demócratas, igualando sus pérdidas con los republicanos más conservadores.9. ¿Qué es lo próximo? Autodestrucción, nominación o convención negociada
El mayor riesgo para Trump es su habilidad para autodestruirse. Hace unos días rechazó renegar del respaldo a su candidatura de un antiguo líder del Ku Klux Klan. Cuando Obama anunció que no iría al funeral del juez del Supremo Antonin Scalia, el candidato bromeó con que el presidente iría si el funeral se celebrase en una mezquita. A Trump le gusta volar cerca del sol. Hasta ahora no se ha quemado, aunque ha estado a punto un par de veces.