Las sombras de la razón en Wikipedia
La enciclopedia online, que nació con el fin de emular a la ideada por los ilustrados, ha sido galardonada con el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional
Cuando Isaac Asimov tuvo que imaginar quién salvaría a la humanidad en caso de que la civilización cayera, pensó en los enciclopedistas. No son, desde luego, el tipo de héroe en cuyos brazos nos arrojaríamos durante un incendio, pero si se trata de esquivar milenios de barbarie y retroceso cultural, sus diminutos ojos vidriosos parecen brillar de manera esperanzadora.
Asimov era un ilustrado. Y al igual que los ilustrados que lo precedieron, creía en muy pocas cosas, apenas una: que la razón es la única vía real de conocimiento. De esta certeza se extraen otras muchas ideas subsidiarias: que la razón conduce a la verdad, o que la verdad es un problema de la razón y no una cuestión de fe y prejuicios; que un mundo justo puede conseguirse por medio de la razón y de la ley como su manifestación política; que para lograrlo resulta imprescindible que todos los ciudadanos de la república sean capaces de razonar.
Lo que tal vez no imaginó Isaac Asimov fue que, apenas nueve años después de su muerte (en los albores de la era de internet), la “enciclopedia galáctica” que él imaginó en 1951 para su Fundación, inspirándose en L’Encyclopédie ilustrada, iba a surgir e implantarse como una de las fuentes no primarias de consulta más importantes del mundo.
La transformación social ilustrada es seguramente el cambio de rumbo histórico voluntario más poderoso que ha experimentado la civilización occidental desde la implantación del cristianismo en el siglo IV como herramienta de poder, control y salvación del alma humana. Al contrario de lo que se hacía en los siglos anteriores, los enciclopedistas franceses e ingleses buscaban la ilustración del pueblo para liberarlo de siglos de oscurantismo, analfabetismo y superstición.
El conocimiento compartido y la inteligencia colectiva son su base y procede democráticamente
En este sentido, Wikipedia se ha propuesto convertirse no solo en esa principal fuente no primaria de acceso al conocimiento, sino también ser accesible allí donde las condiciones económicas impiden a la población conectarse a la red. Gracias al proyecto Wikipedia Zero, firmado con compañías telefónicas de países en vías de desarrollo para que las operadoras den acceso libre y gratuito a la enciclopedia, se mitigan en buena medida las carencias de material escolar de decenas de miles de niños que emplean el portal como insustituible material de aprendizaje.
Frente a la idea de que el único conocimiento válido es el conocimiento útil, aplicado y rentable, Wikipedia no hace otra cosa que tratarlo como un territorio común del hombre, su patrimonio innato, y se propone con éxito ponerlo al alcance de cualquiera.
El proyecto
Wikipedia se basa en el conocimiento compartido y la inteligencia colectiva, es decir, procede de forma democrática. Cualquiera puede participar, aportar su saber, escribir una entrada si esta no existe, corregir aquello que sea inexacto y eliminar lo que haya de tendencioso e incorrecto.
Cada artículo está asociado a un foro de discusión donde, antes de realizar los cambios, se debe informar y someter a debate la aportación, para así evitar una “guerra de ediciones” en la que cada cual borre la anterior aportación.
Este funcionamiento es tremendamente atractivo para los expertos de muchos campos, profesores de buena voluntad y aficionados de cualquier cosa que están deseando compartir lo que saben. De esto resulta que una buena parte de los artículos sean serios, hayan sido discutidos y consensuados por especialistas, contengan fuentes y referencias y constituyan una excelente manera para el neófito de entrar en contacto con una materia de su interés de la que carece de formación alguna.
Visto así, podría pensarse que si Voltaire o Diderot levantaran la cabeza se sentirían orgullosos de la semilla que plantaron. La manera de proceder de Wikipedia invita a imaginar a la humanidad en pleno volcando todo el conocimiento acumulado durante milenios, trabajando codo con codo en todos los idiomas, sin barreras religiosas o políticas, por el bien común y sin esperar nada a cambio.
Críticas a la Wikipedia
Parecería que, en efecto, Wikipedia fuera el instrumento definitivo para lograr un mundo ilustrado. Porque las críticas habituales que se hacen se reducen a la irregular calidad de sus entradas, en ocasiones sonrojante no solo para los expertos y en otras excelente incluso para los mismos; también a la ingente cantidad de información irrelevante que contienen, por ejemplo, detallados artículos dedicados al resumen de capítulos de series marginales de animación infantil.
Si esos fueran los mayores problemas de Wikipedia, a largo plazo las perspectivas del portal serían extraordinarias, ya que a medida que el tiempo y el uso vayan puliendo una y otra vez cada artículo, su calidad crecería.
Sin embargo, la verdadera crítica a la Wikipedia desde una visión ilustrada ataca el corazón mismo de su dinámica y tiene que ver con ese “largo plazo”. A pesar de tener muy pocas normas fijas para los editores, la neutralidad del punto de vista y la cita de fuentes para cada dato o afirmación realizada son supuestamente innegociables. Estos son requisitos científicos y lo que distingue una publicación seria y fiable de un mero panfleto. Los mejores artículos del portal cumplen estas condiciones y no resulta un problema —en la mayoría de los casos— cuando no lo hacen, ya que se refieren a temas en los que la comprobación es sencilla y en los que la edición colectiva sí funciona. No hay polémica alguna sobre la entrada referida al salmorejo y los fieles seguidores de los Beatles se encargan muy bien de tener un artículo documentado y preciso de su banda favorita.
Pero la carencia de dichas fuentes y de la neutralidad necesaria sí son problemáticas en otros artículos que son discutidos bien por su naturaleza ideológica, bien porque, al ser de actualidad, no existen aún fuentes primarias. En estos casos se induce a muchos errores, pues los lectores que consultan una información llevados tal vez por la noticia del día no tienen por qué saber que se trata de una entrada tal vez parcial, o desinformada, que está en proceso de elaboración.
Un buen conocedor de asuntos relacionados con los países árabes, por ejemplo, podría llevarse las manos a la cabeza con algunas generalizaciones que se hacen en artículos dedicados total o parcialmente a la Primavera Árabe. En este y otros casos es difícil estar seguro de si la información es cierta, pues muchas afirmaciones y datos están sin justificar, y aunque otros usuarios hayan marcado frases y requerido a su autor que cite fuentes primarias, mientras esto ocurre —si es que ocurre— se expone a los lectores de Wikipedia a información no fiable.
El objetivo era crear una enciclopedia escrita y revisada por autoridades que aprobarían los textos
Hay una razón por la que las ciencias sociales se arrogan dicho nombre, y es porque su método es científico: para que un artículo
—ya sea histórico, antropológico o político— se pueda considerar fiable, debe cumplir una serie de requisitos, como estar basado en pruebas, aportarlas y haberlas razonado congruentemente en un discurso que se somete al veredicto del resto de la comunidad científica. Después, esta valora, sopesa y rebate dichos argumentos y sus pruebas. Solo de este modo, por la vía de la razón, se alcanza la verdad. Aunque Wikipedia no sea ni pretenda ser (es más, lo niega) una fuente primaria, tal vez no baste con la buena voluntad de los wikipedistas para que los intereses ideológicos de cada cual y la sofistería de la que está impregnada la comunicación pública no empañen ni oculten la verdad objetiva.
Este es un debate antiguo y se origina con el mismo comienzo del proyecto. En principio, la Wikipedia no era lo que se había propuesto crear la fundación que hoy todavía la respalda, sino apenas una herramienta. El objetivo era crear una enciclopedia mucho más parecida a L’Encyclopédie, escrita y revisada por autoridades que aprobarían los textos.
La novedad en esta idea inicial la trajo internet, que ofrecía a la comunidad científica la oportunidad de ponerse manos a la obra, de manera conjunta, para crear esa herramienta definitiva de ilustración. Así, Wikipedia nació como un lugar donde poner en contacto a dichos académicos, con una interfaz wiki de edición de artículos que permitía a varias personas editar los textos en tiempo real, intercambiar documentos, establecer debates. Tan buena era esa herramienta que se convirtió ella misma en la enciclopedia que hoy existe.
Ascender de categoría
En este punto, cabe preguntarse si no se podría recuperar la idea inicial del proyecto y crear una obra de consulta que nazca del trabajo ya realizado en Wikipedia. Cumpliría los requisitos de las publicaciones científicas (solidez argumental, aparato crítico, examen académico anónimo, etc.); sería una web donde lo mejor de Wikipedia es ascendido de categoría y donde hay acceso para los usuarios que quieran profundizar y superar el nivel de la discusión sofística, la incoherencia temporal o el sesgo ideológico. Cualquier artículo de Wikipedia aspiraría a entrar en esa nueva enciclopedia, y solo podría hacerlo tras superar los controles de calidad.
La Ilustración declaraba que es posible alcanzar la verdad con el uso correcto de la razón, frente a la superstición religiosa y las crédulas certezas del mundo en que surgió. Ya antes Platón había aseverado un tanto de lo mismo. Y hoy, amenazado el proyecto ilustrado, derrocadas las figuras de autoridad, resulta imprescindible lo que antes fuera utópico: que un lugar abierto a todo el mundo sea capaz de ofrecernos el acceso a la sabiduría colectiva atesorada durante siglos.
Wikipedia es un ejemplo de lo mejor que puede llegar a ser internet. No solo por lo que ha conseguido hasta hoy, sino por el futuro que puede anunciar.