Innovación. El futuro prometedor de las matemáticas
El pasado día 3 fue la entrega de los Premios de Investigación Matemática Vicent Caselles, otorgados por la Real Sociedad Matemática Española y la Fundación BBVA. Se extracta aquí el discurso que el catedrático Francisco Marcellán pronunció en la ceremonia
Los Premios Vicent Caselles RSME - Fundación BBVA distinguen y premian a jóvenes investigadores españoles cuyo trabajo doctoral sea pionero e influyente en la investigación internacional en matemáticas. En esta ocasión, los premiados han sido Roger Casals Gutiérrez, Francesc Castellá Cabello, Leonardo Colombo, José Manuel Conde Alonso, Martín López García y Jesús Yepes Nicolás.
En este acto también otorgamos las medallas RSME, con las que queremos expresar nuestro público reconocimiento a personas destacadas por sus relevantes, excepcionales y continuas aportaciones en cualquier ámbito del quehacer matemático. María Teresa Lozano Imizcoz, José Bonet Solves y María Gaspar Alonso-Vega han sido nuestros colegas distinguidos en esta ocasión.
Quiero manifestar públicamente mi agradecimiento a los miembros de los jurados responsables de las nominaciones por su trabajo riguroso, dedicación y compromiso en las delicadas tareas de reconocimiento a colegas jóvenes (y menos jóvenes) por su excelencia docente e investigadora, así como su actividad por visibilizar el papel de las matemáticas en nuestra sociedad.
Permítanme enunciar una reflexión sobre el marco en el que se desarrolla la actividad matemática en nuestro país.
Ocho universidades españolas figuran entre las 200 primeras del mundo en esta área de estudios
A mediados de los años 70 un grupo de matemáticos españoles inició la apasionante tarea de situar a nuestro país en el marco científico internacional tras una longa noite de pedra, en palabras de Celso Emilio Ferreiro. Una comunidad de reducido tamaño, pero con la ilusión de promover el conocimiento matemático como valor intelectual, fue estimulada por parámetros de calidad, relación con investigadores en centros de referencia internacional, pero también con la posibilidad de un cambio en nuestras estructuras académicas y científicas que las alinearan con las buenas prácticas aprendidas en otros países. Ha sido un camino lento y lleno de obstáculos, pero debemos reconocer el trabajo realizado.
1. Nuestras fortalezas radican en un capital humano que en los próximos años va a requerir de un relevo generacional en el que los jóvenes investigadores, con una formación excelente, deben asumir y continuar el proceso. Articular en el corto y medio plazo las trayectorias investigadoras y las estructuras que acojan a estos jóvenes investigadores es una tarea prioritaria. Programas como el Juan de la Cierva y el Ramón y Cajal, en el primer caso pero con un reducido impacto numérico en el caso de las matemáticas, o el Severo Ochoa, en el segundo, con dos centros de investigación matemática —Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT) y Basque Center for Applied Mathematics (BCAM)— avalados por este prestigioso sello, son insuficientes para paliar la desazón existente en las universidades por el impasse y la falta de flexibilidad en que desarrollan sus actividades en el ámbito de las matemáticas. Pese a ello, nuestra posición en el conjunto internacional debe ser resaltada. España ocupa posiciones entre el octavo y el décimo lugar, de acuerdo con las publicaciones y su impacto. Ocho universidades españolas figuran entre las 200 primeras en el área de las matemáticas. Pero ambicionamos aquello que otros países de nuestro entorno con más largo recorrido matemático tienen: medallas Fields, papeles destacados como conferenciantes plenarios en los grandes eventos internacionales.
2. La estabilidad temporal y presupuestaria en las políticas de ciencia y tecnología, con una financiación rigurosamente contrastada a la hora de la rendición de cuentas por parte de los investigadores, partiendo de unas buenas condiciones iniciales, es una garantía de éxito. Es una petición que dirigimos a los responsables de la política científica en las diferentes administraciones públicas en base a nuestro compromiso con el papel de nuestra ciencia en la sociedad del conocimiento.
3. La ciudadanía usa y necesita del conocimiento matemático para mejorar su calidad de vida. La educación matemática es una tarea central para nuestra comunidad, procurando que la formación en los niveles no universitarios posibilite la pasión por descubrir con curiosidad, contrastar hipótesis, modelos y experimentar situaciones nuevas y alternativas, con rigor y esfuerzo. El reconocimiento del trabajo ímprobo de los docentes, que son quienes asumen el peso de esa dura tarea de aprendizaje, es una tarea pendiente.
4. Asimismo, la divulgación matemática fuera de los centros escolares debe constituir un eje de intervención de nuestra comunidad. La complicidad social y el papel de las plataformas mediáticas es imprescindible para elevar la cultura científica de nuestra ciudadanía. Las matemáticas son indisociables de los valores culturales, en un sentido más amplio, y posibilitan una visión crítica, rigurosa y democrática de nuestra realidad social.
La ciudadanía necesita del conocimiento matemático para mejorar su calidad de vida
Los matemáticos y matemáticas estamos haciendo un ejercicio sincero de apertura hacia la sociedad y es fácil encontrarnos en múltiples y diversas áreas de actividad. Estoy convencido de que tenemos por delante un futuro ciertamente prometedor. Hay talento, hay vocación, esfuerzo y compromiso. Somos un colectivo con inquietudes y una firme determinación por el progreso y el desarrollo social, acostumbrado a buscar soluciones y explicaciones a entornos complejos como el que ahora vivimos.
Me gustaría finalizar mi intervención con un aforismo de Baltasar Gracián (número 102 del Oráculo manual y arte de prudencia) y que lleva el título “Muestra que siempre puedes cosechar más éxitos”: “Es prudente que muestres tener capacidad para conseguir más éxitos que los logrados. Que quien obtiene grandes cosas es porque grande es. No se conforma con buenos triunfos el que merece conseguir más. Lo que llena al conformista apenas satisface a quien busca la grandeza. Hay gente de corto alcance y cualquier logro desborda su satisfacción, pues no están hechos para retos extraordinarios. Se quedan en el intento y, con el esfuerzo, se les desvanece la cabeza. Corren gran peligro en los lances, porque no les acompaña la suerte del decidido. Muestra pues, si quieres ser varón grande, que aún te quedan horizontes que alcanzar, y huye con especial pasión de dar la impresión de que se colmaron tus aspiraciones”.
Quién innova en qué
La Fundación BBVA y la Real Sociedad Matemática Española (RSME) han concedido los Premios de Investigación Matemática Vicent Caselles en su segunda edición. Con este reconocimiento se pone de manifiesto la creatividad, originalidad y relevancia científica del trabajo de seis jóvenes matemáticos españoles, o que desarrollan su carrera en España, menores de 30 años, cada uno de los cuales percibirá una dotación económica de 2.000 euros.
Los premiados de este año son: Roger Casals (MIT), Francesc Castella (UCLA), Leonardo Colombo (Universidad de Michigan), José Manuel Conde Alonso (UAB), Martín López García (Universidad de Leeds) y Jesús Yepes Nicolás.