Iniciador del rock español
Miguel Ríos posee una de las carreras más dilatadas e influyentes de la historia de las músicas populares urbanas
En la actualidad, el campo de las investigaciones musicológicas se extiende a toda la música que se genera en nuestra sociedad, y no solo a la mal llamada “música clásica” o “música culta”, pues el mundo está repleto de diferentes tipos de música: tradicional, folk, clásica, jazz, rock, pop o world, por citar unos pocos, y entendemos la música no solo en su aspecto constructivo o formal, sino en su importante característica social: la música como cultura, no solo como forma.
En la década de los 50 apareció el rock, género surgido en Estados Unidos que evolucionó hacia una variedad de estilos a partir de 1960 y rápidamente se popularizó en gran parte del mundo, siendo el resultado del mestizaje de géneros musicales anteriores como eran el rhythm and blues y el country, el blues, el folk, así como el jazz, la música clásica y otras músicas, teniendo en Elvis Presley a su mayor icono, y revolucionando la sociedad y cultura occidentales, confirmando, una vez más, las tesis de los grandes filósofos sobre el poder e influencia de la música en el ser humano y en la sociedad.
Y Miguel Ríos está considerado como el iniciador del rock español y latinoamericano, una nueva realidad social, sin la cual es imposible entender nuestra historia musical y social más reciente, desarrollando este nuevo género no solo como intérprete sino también como compositor y letrista, como es el caso de muchas de sus canciones más conocidas, como “Vuelvo a Granada” (1968) o “Bienvenidos” (1982).
De 1969 data su “Himno a la alegría”, versión del cuarto movimiento de la Novena sinfonía de Beethoven, del que vendió siete millones de discos en todo el mundo, ocupando el primer lugar en las listas de éxitos en Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Japón, Suecia, Italia, Austria, Holanda, Canadá, etc. La popularización a nivel internacional del citado himno por Miguel Ríos fue, sin duda, la razón de que en 1972 el Consejo de Europa lo eligiese como su propio himno, siendo adoptado en 1985 como himno oficial de la Unión Europea, como expresión de los ideales europeos de libertad, paz y solidaridad, ideales que siempre defendió Miguel Ríos y de los que tan ayunos estamos en la actualidad.
Ese acercamiento de la mal llamada “música culta” al gran público lo ha hecho igualmente con “La blanca oscuridad” (1976), basada en Recuerdos de la Alhambra de Francisco Tárrega, “Canción para un nuevo mundo” (1973), con música basada en la Novena sinfonía de Dvorak, o sus versiones de obras de Kurt Weill y George Gershwin.
Su presencia e influencia en nuestras vidas se amplió al mundo musical latinoamericano organizando en 1986 los primeros Encuentros de Rock Iberoamericano, con su espectacular concierto de 1987 en la Plaza de Toros de la ciudad de México, un acontecimiento histórico del rock en español en la segunda ciudad más poblada del mundo.
Además de su actividad artística, es un destacado divulgador de la cultura urbana española y andaluza a través de la TV, para la que recreó la historia del rock español en una serie (Qué noche la de aquel año) de 27 programas, imprescindible para la memoria musical. La serie obtuvo el premio Ondas de Radio y Televisión. Para la televisión autonómica andaluza realizó su excelente Fiebre del sur entre 1993 y 1994.
En 2004 Miguel Ríos publicó Miguel Ríos 60mp3, que editó en su propio sello discográfico, Rock & Ríos Records, uno de los trabajos más importantes de su carrera, compartiendo créditos con el guitarrista John Parsons y con el poeta y profesor de la Universidad de Granada Luis García Montero.
Miguel Ríos posee una de las carreras más dilatadas e influyentes de la historia de las músicas populares urbanas en nuestro país. Introdujo la música rock en España con adaptaciones de temas de otros artistas (“Jailhouse Rock”, popularizada por Elvis a nivel mundial), pero también como compositor, con canciones como “Vuelvo a Granada”, “Mientras que el cuerpo aguante” o su celebérrimo “Bienvenidos”. Su aportación a la historia de la música universal en lo que a las músicas urbanas se refiere, jalonada de éxitos, reconocimientos y premios, es enorme. Además, a lo largo de su carrera Miguel Ríos ha demostrado ser un músico comprometido socialmente, por lo que ha sido reiteradamente distinguido. Hasta 65 premios podemos contabilizar a lo largo de su dilatada carrera, de entre los que hay que recordar que cuenta con la medalla de oro de la ciudad de Granada (1987), la medalla de oro al mérito en las Bellas Artes (1999), la medalla de oro al mérito en el trabajo (2000), Granadino del Siglo XX, medalla de oro de Andalucía (2003), premio de honor de la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música por su trayectoria, recibido de manos de José Saramago (2006), premio Especial del Jurado de los premios Ondas(2007), Hijo Predilecto de Granada (2010), Medalla de oro de Cruz Roja Española por su trayectoria personal de colaboración en el desarrollo de iniciativas solidarias en favor de las personas y colectivos más vulnerables (2014), embajador de honor de Granada (2015), hijo predilecto de Andalucía (2015), premio José Antonio Labordeta, por toda su carrera (2015).