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Austeridad
Los laboristas de Jeremy Corbyn se han opuesto desde el primer momento a este ajuste. Pero también hay tories que han expresado su preocupación públicamente. El propio alcalde de Londres, el conservador Boris Johnson —que compite con Osborne por hacerse con el liderazgo de la formación—, pidió a su partido en una entrevista radiofónica que el ajuste del complemento salarial se haga de forma progresiva, en vez de aplicarlo de golpe a partir de abril. “Debemos hacer todo lo posible para mitigar el impacto”, dijo. “El objetivo macro de Cameron sigue siendo la austeridad. Es decir, no tener déficit cuando acabe la legislatura. Lo que pasa es que tiene que vender los recortes sociales junto al aumento del salario mínimo y la construcción de viviendas”, apunta Moltó.Lo cierto es que Cameron habla de un plan contra la pobreza después de que el número de familias que ha recurrido a los bancos de alimentos se haya disparado durante su mandato. Más de un millón de ciudadanos se ha visto obligado a pedir comida gratis desde 2014. Antes de que el líder torie llegara al poder eran 40.000, según datos de la organización Trussell Trust que muestran un incremento anual del 19% en las peticiones de ayuda a los bancos de alimentos. De ahí que este fuera uno de los principales temas de la campaña electoral del pasado mayo. “El éxito macroeconómico de Cameron es innegable. Ahí están las cifras. Pero ha tenido un coste social muy importante”, señala Sara González, catedrática Jean Monnet de Integración Económica Europea de la Universidad Complutense de Madrid. La experta se refiere al buen nivel de crecimiento de Reino Unido (cerró el ejercicio pasado con un aumento del 2,9% del PIB) y a su baja tasa de paro (5,6%), que contrastan con las cifras de los trabajadores sociales. Estos aseguran que quienes acuden a los bancos de alimentos son empleados con contratos tan precarios que no llegan a fin de mes.Desde 2014 más de un millón de británicos ha recurrido a los bancos de alimentos, frente a los 40.000 en 2009
Los lores bloquean el recorte
Otro ajuste que afecta a los más desfavorecidos es la limitación de las ayudas a familias con hijos, conocidas como tax credits e introducidas por el último gobierno laborista. En la actualidad, los británicos pueden obtener entre 730 y 3.700 euros al año por cada niño (dependiendo de la renta) hasta que cumplen 16 años. Cameron pretende que a partir de 2017 se ponga el tope en dos hijos, aunque se trate de familias numerosas. Pero la Cámara de los Lores (cuyos miembros no son electos) ha vetado este recorte, ya ratificado por los Comunes, que afecta a los hogares más modestos. Piden retrasar su aplicación hasta evaluar su impacto en los receptores.A Moltó tampoco le convence el plan de Cameron para construir 200.000 viviendas sociales en los próximos cinco años que no serían de alquiler, sino de compra. Moltó alude a un reciente artículo de The Economist que pone en duda que las familias con menos recursos de Reino Unido puedan hacer frente a viviendas con precios que superarán los 600.000 euros en Londres y los 340.000 en el resto del país. Según este semanario, el 20% más pobre de Reino Unido cobra una media de 950 euros mensuales. “Tendría más sentido apostar por el alquiler”, apunta Moltó.“Cameron apuesta por una vuelta a los orígenes, actualizando las ideas de Thatcher al siglo XXI”
Más sueldo, menos bienestar
La frase que Cameron repite constantemente para sintetizar su plan económico hasta 2020 es que quiere “convertir una economía que está basada en bajos salarios, altos impuestos y un sistema de bienestar insostenible en una economía con sueldos más altos, menos impuestos y menos bienestar”. Además de la subida salarial y los recortes sociales mencionados, la reforma del modelo presentada por Cameron culminará con una reducción de impuestos tanto a empresas —el tributo de sociedades bajará del 20% al 18%— como a ciertos trabajadores. Osborne ha prometido que las personas que ingresen menos de 16.800 euros al año estarán exentas de hacer la declaración de la renta cuando acabe la legislatura, frente a los actuales 14.600 euros. Los expertos consultados por este periódico difieren en lo que este plan significa en términos de política económica. José Antonio Olmeda, catedrático de Ciencia Política de la UNED, considera que cuadra “dentro del marco de las políticas de austeridad que se están aplicando de forma similar en el resto de la Unión Europea”. Es decir, entiende que no hay una diferencia significativa con respecto a los recortes de otros gobiernos europeos.