El agua es un recurso fundamental para el desarrollo de la actividad humana, pero apenas un 0,5% de la disponible es apta para el consumo humano. Por ello es fundamental asegurar la conservación de su calidad y el acceso a fuentes de agua potable. En 2015, nueve de cada diez personas pudieron disponer de agua saneada y por primera vez la cifra de quienes no lo lograron bajó de los 700 millones